ASIER ON TOUR 2012

- 8 septiembre: Cicloturista Blan, Vitoria - Gasteiz- Finales de septiembre: Provenza

lunes, 27 de abril de 2009

Camino de Santiago en dos días

Ayer se cerró el plazo para votar en la encuesta del blog. La pregunta era fácil: ¿Conseguiré hacer el Camino de Santiago en dos días? Y por lo que se ve, ha habido mucha igualdad en el resultado. 61 votos a favor y 59 en contra. Prácticamente la mitad de los votos a favor y la otra mitad en contra.

El viernes afrontaré la hazaña acompañado de mi cuñado y de un buen amigo. Ambos andan en bici, así que de vez en cuando bajarán del coche para rodar un rato conmigo. También aprovecharán para hacer fotos, visitar monumentos del Camino, iglesias, pueblos... el Camino de Santiago es muy rico y aunque parezca que se vayan a aburrir, yo confío en que ellos se lo pasen bien.

Por tanto, el viernes hacia las 5 de la mañana saldremos en coche a Roncesvalles. Una vez allí, sobre las 6:30, me dispondré a comenzar esta loca aventura. El plan inicial del viernes es rodar hasta cerca de Sahagún, rezando para que por Castilla no sople viento de cara, que puede aminorar mucho la velocidad y las fuerzas. Y el sábado el resto. En total son unos 770 kms, habiendo cerca de 400 kms hasta Sahagún, en la provincia de León.

Mi cuñado Quini y Javi Godoy, mis acompañantes, esperan hacer unos 120 kms al día cada uno conmigo en bici, unas 4 horas o algo más. Además, ambos son muy aficionados a la fotografía, por lo que no creo que se aburran mucho.

Posiblemente ésta no será mi última aventura de este tipo, ya que tengo una invitación para realizar el 30 de mayo otra etapa de gran fondo, esta vez a través de los Pirineos. 330 kms para ir desde Luchon, en Francia, a Doneztebe, en Navarra. Peyresourde, Aspin, Tourmalet, Aubisque... Todo se andará.

De momento, el reto comienza este viernes en Roncesvalles. Espero que el sábado podamos echar unas cañas en Santiago celebrando la consecución del reto !!!!!

Un saludo a todos. Intentaré poner fotos o alguna crónica el viernes, allá donde duerma...

viernes, 10 de abril de 2009

Ronde van Vlaanderen !!!

Bueno, bueno. Puedo decir que terminé el Tour de Flandes de una manera muy digna. También puedo decir que el domingo después de la carrera de los pros tuve un pequeño acidente de tráfico (sin heridos) pero que me ha dejado sin coche y he tenido que volver a casa en avión. Pero ésto no interesa, y no es importante en este blog. La única pena es no haber podido hacer las rutas que tenía pensado hacer en Bélgica, ni haber podido ver la Gent-Wevelgem o la mítica Paris-Roubaix.

Pero como este blog es sobre mis viajes cicloturistas, vamos a olvidar el incidente con el coche y a centrarnos en lo que hice con la bici en tierras belgas: La Ronde van Vlaanderen, o Tour de Flandes.

Esta carrera es uno de los 5 monumentos del ciclismo:
  • Tour de Flandes
  • Lieja - Bastogne - Lieja
  • Paris - Roubaix
  • Milan - San Remo
  • Giro de Lombardia
Las cinco pruebas tienen su versión cicloturista, y a todo cicloturista le gustaría poder completar los 5 monumentos. Yo de momento, desde éste pasado sábado, ya tengo el Tour de Flandes completado. Ya llegará la ocasión de hacer las otras cuatro, aunque Roubaix da miedo por su pavé.

El Tour de Flandes cicloturista se celebra todos los años el día antes a la carrera de los pros, con un trazado que prácticamente en su totalidad es igual al de los pros. Sólo cambia en unos cuantos kms, que a los cicloturistas nos meten por caminos y a los pros por carreteras mejores. Pero en esencia, los tramos de pavé y los muros son los mismos para todos. Y eso es lo importante y lo que gusta, subir los mismos muros que al día siguiente subirán los pros, sufrir en el mismo pavé que sufrirán los pros.

Flandes cicloturista tiene varias opciones dependiendo del nivel de cada cicloturista. Está la versión larga, de 250 kms, con salida en Brujas y llegada en Meerbeke, misma salida y meta que los pros. Después hay versiones de 140, 100 y 75 kms, con salida en Ninove. Pero estando bien físicamente, y ya que has ido hasta Bélgica... por qué no hacer la larga?

Así que yo me apunté a la larga, de más de 250 kms de distancia, con un porrón de kms en pavé y los 16 muros de rigor, entre los que estaban los míticos Koppenberg o el Muur Kapelmuur. Para poder descansar de un viaje tan largo (11 horas de coche), y teniendo en cuenta que fui sólo, subí a Bélgica el jueves 2 de abril, con intención de volver a casa tras la Paris - Roubaix. Aunque ya veis que los planes cambiaron un poco.

Jueves, 2 de abril

Tras llegar a Namur, en la región belga de Wallonia, hacia las 4 y media de la tarde, y tras instalarme en el albergue, fui a dar una vuelta por la ciudad. La primera impresión es buena. Justo allí se juntan dos ríos, y tiene una ciudadela muy elegante que se alza imponente sobre la ciudad. Es un buen sitio desde el que empezar unas rutas con la bici. El albergue también tiene buena pinta. Tenía wifi, aunque después se rompió durante varios días.

Viernes, 3 de abril

Al día siguiente, viernes 3 de abril, salí a rodar un rato hasta el pueblo de Dinant, a unos 30 kms de Namur. Allí descubro la abadía de Leffe... Las carreteras son prácticamente llanas y me salió una media de más de 30 kms/h casi sin querer, Al volver a Namur, subí a la ciudadela en bici. 2 kms de subida por pavé, para iniciarme en ese mundillo, jeje. Destacar que en los 70 kms que hice ese día sólo me salieron unos 200 mts de desnivel, y casi 100 de ellos fueron en esos 2 kms de subida a la ciudadela. También quiero denunciar que en Bélgica no hay fuentes de agua. Hice los 70 kms sin agua, pensando que encontraría alguna fuente por el camino. Pero nada.

Tras una ducha, me dirigí en coche a Oudenaarde, ya en Flandes, para visitar el Museo del Tour de Flandes. Allí, además de un montón de fotos y bicis viejas, hay una tienda en la que compré una bandera de Flandes (esas del león negro sobre fondo amarillo) y un restaurante en el que comí. Después fui a Geraardsbergen para conocer personalmente el tan afamado Muur Kapelmuur. Vi que se haría duro despues de 230 kms, pero que era una subida corta, de sólo 450 mts.

Después fui a Ninove a ver la zona donde estaba todo el tema de inscripciones, ducha... y donde tenía que coger el bus al día siguiente para ir a la salida. No es realmente la meta, que está a 3 kms de Ninove, pero aquí hay que llegar después a recoger el diploma, medalla... Ya de vuelta a Namur, al pasar junto a Bruselas, me desvío un rato para visitar, 11 años después de mi 1ª visita, el Atomium, en la expo de Bruselas. Tras ésto, viaje a Namur, cena temprano, preparar algunos sandwiches para la marcha, dejar todo a punto, y a la cama a las 10 de la noche.

Sábado, 4 de abril. Ronde van Vlaanderen

El ¿día? empieza pronto para mí. A las 3 y cuarto de la mañana suena el despertador del móvil. Me visto, me pongo las lentillas y al coche. A las 3 y media me pongo de camino a Ninove, a una hora de viaje. Desayuno una manzana y un plátano al principio, y un poco más adelante comienzo a comer un donut y un batido de chocolate. Llego a Ninove, donde a las 5:30 tengo que coger un bus a Brujas. Como la salida y la meta están en sitios diferentes, tienes que ingeniartelas para poder tener un vehículo en la meta y poder ir a la salida. Yo me apunté al bus que organizó la carrera, para poder dejar el coche en meta.

Llegaba un momento clave. Elegir la ropa para realizar la prueba. Son las 4 y media de la mañana en Bélgica... qué tiempo hara dentro de 12 horas?... Me decido por culotte corto y maillot corto con un chaleco por encima, y una camiseta térmica de manga larga por debajo. Así si hace calor me remango y listo. Por las piernas no tengo miedo. Con más de 250 kms por delante, no creo que se enfrien, jeje.

Apuro un último donut y acabo de beber el batido. Hay un montón de buses, así que hago cola en uno de ellos. Primero hay que cargar la bici en el remolque que lleva y después ya montamos. En el bus puedo dormir un rato, ya que hay otra hora de viaje hasta Brujas, ciudad de salida.

Hacia las 7 de la mañana bajamos del bus a las afueras de Brujas. Bajamos las bicis, me quito el chandal, me cambio de zapatillas, casco, guantes... todo listo. Así que sigo a otros ciclistas a través de los carriles bici (a partir de ahora los llamaré bidegorri, su nombre en euskera) y llegamos junto a la Plaza del Mercado de Brujas. Allí se amontonan los ciclistas para firmar y poder salir en cuanto lo deseen. En este punto debo decir que esta marcha es puramente cicloturista, sin tiempos ni clasificaciones. Hay que ir por los bidegorris, parar en los semáforos... nada de piques ni competición.

En el escenario, que al día siguiente será el control de firmas de los pros, te pican una cartulina como en los trenes. Esta cartulina te la van sellando en los diferentes avituallamientos, y es la prueba de que has hecho La Ronde. Nada de chips, ni informática. Así que hago cola (donde veo mucho euskaldun), sello y bajo a dejar mi mochila que luego recogería en meta. Antes de partir, voy a descargar el desayuno.. Cuando salgo, me doy cuenta de una cosa. No llevo agua. Espero poder encontrar agua en algún pueblo, aunque el 1º avituallamiento está a unos 70 kms. No encontré agua, así que hasta el avituallamiento no llené los botellines, uno de Isostar y otro de agua.

Comienza la Ronde van Vlaanderen

A las 7:30 comienza mi Tour de Flandes. Saliendo del centro de Brujas ya ves lo que te vas a encontrar durante muchos kms. Pavé. Brujas es adoquinado, y así te acostumbras. O no. Porque el pavé es un mundo aparte. Un submundo. Por no decir otra cosa. Al salir de Brujas ya entras en los bidegorris, paralelos a la carretera normal, pero siempre separados de ellos. Por ellos no anda gente, ni hay coches aparcados, ni nada. Sólo bicis. En este sentido nos sacan mucha ventaja. La red de bidegorris belga es alucinante.

Poco a poco se van formando grandes pelotones. A veces cogen toda la calzada, pero siempre se respetan los semáforos. Siempre respetando las normas de seguridad vial. Pronto conozco a tres jóvenes bilbainos, y ruedo con ellos muchos kms. A veces los pierdo, pero los encuentro de nuevo en el primer avituallamiento del día. Durante los primeros kms las carreteras y bidegorris son muy buenos, pero antes de parar por primera vez ya encontramos el primer tramo de pavé. Éste es el más fácil del día, y además se puede esquivar yendo por el bidegorri que va por la derecha. De hecho, casi todos vamos por el bidegorri, y sólo unos pocos valientes se meten por el adoquinado.

Sin muchas novedades llegamos al primer avituallamiento, en el pueblo de Deinze, tras unos 60 kms de etapa. Las paradas son obligatorias porque hay que sellar la cartulina. Después entras a la zona de avituallamiento, donde tras llenar los bidones, se hace un pequeño circuito para ir recogiendo el avituallamiento que quieras. Barritas, gofres de miel, bizcochos, naranjas, platanos... no nos podíamos quejar de lo ofrecido. Para mí, perfecto.

Me junto de nuevo con los bilbaínos y vamos juntos. Al rato los pierdo otra vez, pero una vez más los encuentro un rato después. Y ésta vez nos juntamos con otros dos bilbaínos más, por lo que nos juntamos 6 vascos en el mismo pelotón hasta el siguiente avituallamiento. Entre el 1º y 2º avituallamiento no recuerdo ningún tramo de pavé, aunque sí que había algún que otro repecho, pero nada duros. Así que rodando mayormente por bidegorris, llegamos al siguiente avituallamiento, charlando tranquilamente.

Este nuevo control se encuentra sobre el km 105, en la localidad de Wetteren, tras pasar cerca de la bonita ciudad de Gante, que visité hace 3 años. Otra vez sellamos la cartulina y entramos a la carpa a cargar bidones y coger algo de comida, que en días de tantas horas sobre la bici es imprescindible. En este avituallamiento me quedo solo con dos de los bilbainos, porque los otros 3 salen algo antes.

Tras esta parada la cosa se pone algo más seria. Hay que decir que al empezar a andar tras parar, uno se queda frío porque no hace nada de calor, y los primeros kms no se pasan nada bien. En los 55 kms que hay hasta el 3º control ya suceden varias novedades. La carretera se vuelve algo más ondulada, nos encontramos con más tramos de pavé y, por fin, empezamos con los muros.

El primer tramo de pavé me pilló de sorpresa. No esperaba encontrarme algo así. A los que han hecho la Paris-Roubaix les parecería de chiste, pero a mi eso del pavé no me pareció, en un principio, nada gracioso. No sabía qué desarrollo llevar, por dónde agarrar el manillar, por qué parte de la ¿carretera? ir... iba más perdido que un pulpo en un garaje. Buff. Al salir del pavé llegué dónde los bilbaínos, que los pasaban mejor. Más adelante llegaron más tramos de pavé. Algunos larguísimos, en llano, cuesta arriba, bajando.. poco a poco les fui cogiendo el truco. El primero lo pasé despacísimo, pero luego ya cogí una velocidad de crucero algo mayor y los pasé mejor. En el pavé, había que ir con mil ojos. El suelo se llenaba de bidones caidos, barritas... gente también por las esquinas...

Tras un par de tramos de pavé, y tras una curva a la derecha... el primer muro de La Ronde: El Molenberg. Se trata de un estrecho camino de pavé que nos saca de la carretera principal y nos lleva a veteasaberdonde, para un rato después volver a la carretera normal. Creo recordar que tras Molenberg, y hasta llegar al 2º muro, el Wolvenberg, se pasa el tramo de pavé más largo de todo el día. O por lo menos a mí me lo pareció. Yo le calculo unos 6 kms seguidos de adoquinado. Hacia arriba, cuesta abajo, en llano, atravesando un pueblo... tremendo. En estos tramos se me fue gestando una ampolla en la palma de la mano derecha por el constante traqueteo del manillar. Tras el 4º avituallamiento lo tuve que reventar porque no podía sujetar bien el manillar.

Tras pasar Wolvenberg, donde adelantamos a los otros bilbaínos, la carretera se tranquiliza y pronto se llega al siguiente control, en unos pabellones a las afueras de Oudenaarde, en el km 160. Otra parada para sellar y avituallarnos bien de nuevo. Allí veo a dos de mi pueblo, de Zumarraga, haciendo también la marcha larga. Después estaría con ellos más tiempo en la meta.

Al salir de Oudenaarde el tema va suave otra vez. Pasamos por una recta larguísima a traves de un bidegorri. Girando la cabeza a la izquierda, vemos a escasos 300 metros la subida al Koppenberg. Pero para llegar hasta allí primero tuvimos que superar unos cuantos kms y un par de muros más: Oude Kwaremont y Paterberg. Algunas de las subidas son en asfalto, y otras en pavés. Recordar cuáles iban en asfalto o pavé ya es bastante dificil, porque la sucesión de subidas se vuelve ahora más habitual, habiendo muros cada 10 kms aproximádamente.

Tras Paterberg llegamos al muro más duro, el KOPPENBERG. Es en este muro en el único donde tuve que echar pie a tierra, porque delante mío otro tipo se bajó de la bici y no pude esquivarlo. Para volver a arrancar, me tuvieron que empujar porque con la pendiente y el pavé no podía ancajar bien la cala en el pedal. Koppenberg es estrecho y duro, y con tanta gente (salimos más de 20000 personas) es dificil esquivar a muchos. Aquí perdí de vista a los bilbaínos con los que iba, que me adelantaron cuando yo estaba parado intentando arrancar y ya no los ví más en todo el día. Una pena.

Tras Koppenberg, el 5º muro, se suben seguidamente Steenbeekdries, Taaienberg, Eikenberg, Varent, Leberg, Berendries y Valkenberg antes de llegar al 4º y último avituallamiento en el km 213. Hasta llegar al control se sufre bastante porque hay mucho pavé, sobre todo de bajada. Sobre todo sufrí por la herida que tenía en la mano. Ya no sabía cómo agarrar el manillar para no tocarla, pero era imposible. Así que decidí reventarla, aunque doliera algo y me saliera una herida mayor. A la larga durante el día creo que fue lo mejor.

Ya sólo, salí del control en Brakel, y me dirigí a la siguiente subida, Ten Bosse. Sólo quedaban 4 muros, contando Ten Bosse, y 40 kms. Y yo estaba con fuerza. Quedaba poco para superar mi record de kms, con 217 de hace poco más de 2 semanas. Así que fui entrando en pequeños grupos, a veces tirando. Superado Ten Bosse, el siguiente en caer sería Eikenmolen. Y tras pasarlo, pronto llegué a Geraardsbergen, el pueblo del Muur. Yo ya tenía ganas de subirlo. Al entrar había bastante gente en sus 450 mts de subida. Y lo subí muy bien, esquivando a la gente. Se sube rápido, sólo es medio km. Se llega a la capilla de arriba y se deja a la izquierda.

Desde arriba se desciende, y un rato después, el último muro de la Ronde, el Bosberg. El último tramo de pavé también. Una recta en la que se ve arriba a la gente animando. Se sube con ganas, desde arriba sólo queda prácticamente bajar hasta la meta en Meerbeke. Hasta la meta se va rápido. Yo por lo menos iba muy a gusto, sorprendido porque tras 240 kms no tenía calambres, y aún tenía fuerzas.

Y por fin, tras 254 kms, se llega a Meerbeke, a la meta oficial del Tour de Flandes, de la Ronde van Vlaanderen. Cruzas bajo el arco amarillo que un día después Devolder cruzaría en 1º lugar para ganar su 2º Flandes consecutivo. Cruzas el arco, por fin, tras más de 9 horas sobre la bici. Aunque realmente has terminado el Tour de Flandes, aún faltan 3 kms más para llegar a Ninove, a la zona donde están las duchas, los coches, la medalla... pero son 3 kms que los disfrutas porque ya has terminado la Ronde, ya puedes decir que eres un León de Flandes.

En la zona de Ninove recojo la medalla, el diploma y la camiseta (foto inicial). Entrego el dorsal y me devuelven 5 €, con los que me tomo una merecida cerveza en la carpa, al precio de 2,5€. Era una Tongerlo negra, muy buena. 257 kms hasta Ninove (254 hasta la meta) en 9 h y media pedaleando sobre la bici, 10 h desde que salí de Brujas. Comencé ésto a las 7:30 de la mañana y llegué a meta a las 17:30 de la tarde. 10 horitas, a 28,4 kms/h de media y con fuerzas para continuar, si hubiera sido preciso. Y otra cosa. A pesar del pavé, no tuve ni un pinchazo.

Tras un rato en la meta voy al coche y me encuentro con los dos de mi pueblo. Charlamos un rato y ya me meto al coche para volver a Namur, donde me ducho y ceno para ir a la cama, ya con ganas de dormir tras un día inolvidable. A la salida de Ninove, en el coche, durante un pequeño atasco, me encontré con los dos bilbaínos con los que hice medio Flandes, y desde la ventanilla de cada coche nos saludamos cordialmente. Había sido un buen día.

Del día siguiente, pues decir que por la mañana estuve en la abadía de Affligem, donde hacen cerveza. Después fui al Kapelmuur para ver la carrera. Allí estuve con mi amigo Peter Easton y su mujer. Neoyorkino que conocí en el Stelvio y que es dueño de una empresa que organiza viajes cicloturistas desde EEUU. Con él y su mujer vi la carrera femenina. Después él se fue a hacer fotos, porque tenía acreditación, y yo me quedé viendo a los Pros con su mujer. Por allí pasó Devolder 1º justo tras pegar el hachazo definitivo.

A la vuelta, cuando iba un rato a Bruselas, pues tuve el accidente en un cruce, donde se quedó mi coche por problemas con la transmisión. Yo, tras arreglar con el seguro y la Citroën de Ninove el tema de darlo de baja y llevarlo al desguace, envié varias cosas desde Namur a Zumarraga por correo y yo volví en avión el miércoles desde Bruselas a Bilbao, y traje la bici conmigo en el avión, tras embalarla muy bien.

Ha sido una pena terminar de este modo este viaje que tenía muy buena pinta, pero por lo menos pude hacer el monumento. De esta forma tendré que volver otro año para subir Huy, La Redoute o Cauberg, o pasar por Arenberg o L'Arbre...

De momento tengo en breve el reto del Camino de Santiago en dos días... podré conseguirlo?? Aún estáis a tiempo de votar en la encuesta.. 100 personas ya han votado..

Las fotos del viaje están aquí, y el perfil del Tour de Flandes es éste, aunque el cuentakms dejó de grabar los datos en el 4º avituallamiento y el perfil está hasta ese momento, en el km 213.. lástima.

jueves, 2 de abril de 2009

Saludos desde Namur !!

Bien, bien. Tras 11 horitas de coche, he llegado sobre las 16:30 a Namur, Bélgica. Lo primero ha sido ver la habitación del albergue. Lo segundo, ver si tengo wifi para actualizar internet. Como veis, hay wifi. Y gratuito, jeje. Así que aquí estoy, tomando una cervecita, Forestinne Primoria, mientras escribo ésto y hago tiempo para hacer la cena. Porque también tengo cocina, jaja.

Mañana primer contacto con la bici. Rodaré unos 60 kms por la mañana y a la tarde me acercaré a Flandes. Quiero ver el museo del Tour de Flandes, inspeccionar el Mur Kapelmuur y ver el ambiente de la meta. Así de paso conozco el camino en coche hasta allí, porque el sábado tengo que llegar allí antes de ñas 5:30 am para coger el bus que me lleve a Brujas, la salida del Tour de Flandes, o Ronde van Vlaanderen en holandes (idioma de Flandes).

Así que hay suerte y podré subir al blog las fotos y perfiles de cada día, comentar todo, repasar el correo, las noticias...

Así que ya sabéis. A leer, que son dos días, jajaj. Ya os contaré mañana como veo el tema de la carrera...

Hoy he sacado alguna foto de Namur. Podéis verlas pinchando aquí

Hasta mañana.

miércoles, 1 de abril de 2009

Comienza una nueva aventura



Mañana comienzo una nueva aventura con la bici. Atrás quedan los grandes puertos alpinos y dolomíticos del pasado verano. Esta vez iré a conocer in situ las Clásicas del Norte, las Clásicas de Primavera. Nada que ver con las altas cumbres como el Ventoux, el Galibier, el Stelvio o la Marmolada, pero con mayor aroma de ciclismo de antaño si cabe.

Como digo, mañana comienzo con un viaje hasta la ciudad belga de Namur, en Wallonia. Será prácticamente el único día de “relax” ante la avalancha de acontecimientos que se avecinan. Y es que para los próximos días la agenda está repleta de actos ciclistas:

  • El sábado 4 de abril corro el Tour de Flandes cicloturista, de 250 kms y con el mismo recorrido que los profesionales.

  • El domingo 5 de abril es el Tour de Flandes profesional, y habrá que verlo desde alguno de sus muros más míticos, como el Mur Kapelmuur

  • El miércoles 8 de abril se corre la Gante – Wevelgem, también en Flandes.

  • El domingo 12 es la Paris – Roubaix. La veré en el Carrefour de l'Arbre.

Además tengo intención de andar en bici por los recorridos de la Lieja – Bastogna – Lieja, con la temida subida de La Redoute en los kms finales. En las inmediaciones de Namur, mi base inicial para este viaje, se corre la Flecha – Wallona, que va de Charleroi a Huy, donde el mítico Muro de Huy espera a los ciclistas. Por supuesto que también probaré sus rampas.

Y aunque está un poquito más lejos, a unos 90 kms de Namur, también espero llegar a Valkenburg, en Holanda, en cuyo Cauberg acaba la Amstel Gold Race. Llegar a Luxemburgo en bici también es otro de los objetivo.

Además, tras ver la Paris – Roubaix me alojaré en Lille, y desde allí podré acercarme en bici a varios de los tramos de pavé, como el Bosque de Arenberg, el Carrefour de l'Arbre o el velódromo de Roubaix, escenario final del Infierno del Norte.

Pero como siempre, también habrá hueco para el ocio. Tengo programada una visita de un día a Amsterdam, a Luxemburgo para conocer las calles donde un día el gran Pedro Delgado se perdió y llegó tarde a una Contrarreloj del Tour de Francia, y al museo del Tour de Flandes, en Oudenaarde. Por supuesto que si surge algún otro lugar, me acercaré a visitarlo.

Como ya hice el año pasado en mi viaje por Alpes, llevaré el portátil para poder actualizar el blog a diario, así como para poder subir las fotos que saque cada día.

Como siempre, actualizaré el blog en esta dirección

Y las fotos las subiré a este álbum

El domingo por la noche se podrán ver las fotos que la organización saque en el Tour de Flandes Cicloturista esta web, buscando el Tour de Flandes y luego introduciendo el número de dorsal. En mi caso, el 26531 !!!

Personalmente decir que voy a Flandes con 3524 kms en carretera este año, con la salida más larga de 217 km. Creo que voy bien. Pero no hay que olvidar que esto no acaba aquí, ya que ésto es parte del entrenamiento para intentar hacer el Camino de Santiago en 2 días en el puente de mayo, exactamente dentro de un mes.