10º. Mítico, casi increible. Este año no he querido hacer la Quebrantahuesos porque no quería hacer 205 kms unos días antes de empezar esta aventura. Por eso me apunté a su hermana pequeña, la Treparriscos, de sólo 90 kms y la subida a Formigal como principal dificultad. Asequible si supuestamente has estado entrenando para subir puertos alpinos.
La cita era el sábado 21 de junio. Decidí ir a probarme un poco. A intentar hacer entre los 100 primeros, a hacerla a 30 de media. Pero salió un día de calor, de los que a mi me gustan. A la hora de la salida, a las 8 de la mañana, el termómetro marcaba 25º. Perfecto para 3 horas de bici. Eso me motivaba. Al poco de salir ya comenzaron los primeros repechos, y tras superar a bastantes participantes, me encontré en el pelotón de cabeza de unas 40 unidades, con un escapado por delante camino a Biescas.
Me sentía bien, y en todo momento aparecí por las primeras posiciones de este pelotón, tirando de él durante un buen rato. A la salida de Biescas, camino a Escarrilla, subíamos a un ritmo de 24-25 kms/h, perfecto. Al ir a cazar al escapado empezaron los ataques por parte de los más fuertes. Yo no seguía a los ataques, pero seguía con un ritmo que me acercaba a la cabeza. Poco a poco el pelotón iba perdiendo unidades.
Tras varios intentos de fuga por fin se produjo la escapada definitiva antes de llegar a la presa de Bubal, compuesta por unos 4-5 ciclistas. Por detrás se estaba formando un grupo perseguidor de unos 8 tipos. Ahí estaba yo. Durante la presa de Bubal y el paso por el embalse de Lanuza fuimos relevando bien, y aunque no dimos caza a los primeros, conseguimos alejar definitivamente al resto, por lo que ya estaba entre los 15 mejores de la Treparriscos.
Los últimos 4 kms de subida hasta Formigal, una serie de herraduras desde Sallent de Gállego, los subió cada uno como pudo. Ya no veíamos a los primeros, pero por detrás tampoco venía nadie. Tras coronar Formigal nos reunimos los 7-8 que veníamos desde antes para bajar mejor hasta Escarrilla. Allí esperaba el último repecho. Unos 400 mts al 12-13 %, que tras superarlos, sólo nos esperaba relevarnos bien para llegar cuanto antes a la meta, 30 kms más adelante.
Esos relevos se dieron más o menos bien, aunque también es cierto que hacia la parte final algunas personas pasaban menos, guardando fuerzas para el sprint o diciendo que no podían más. Por lo menos logramos que nadie se acercara por detrás, por lo que los 7-8 que hicimos toda la bajada y la parte final de la subida llegamos juntos. Al final hubo sprint, y acabé 4º o 5º del grupo. Por eso en la general acabé 10º. Mítico.
Es cierto que si hubiera ganado ese sprint hubiera quedado 5º en la general más o menos, pero acabé satisfecho. Había hecho la Treparriscos en 2 horas y 26 minutos. Yo venía con intención de hacerla en 3 horas. Mi velocidad media fue de 36,8 kms/h, y quería hacerla a 30 de media. Iba a hacer el 100 y acabé el 10º. Como para no estar contento. Al final apretón de manos entre los 8 del pelotón y a darnos la enhorabuena por el buen trabajo realizado.
Llegamos tan pronto a meta que tuvimos que esperar un rato para poder beber algo fresco. Eran las 10 y media de la mañana. Muy temprano aún, jeje. Al final fuimos todos a tomar un Powerade a la sombra, que ya habíamos tomado mucho el sol esa mañana.
Este ha sido el último gran test antes de irme al Mont Ventoux, primer reto del viaje, y me ha servido para conocer mi estado de forma actual. Resultado óptimo. Estoy preparado. El sábado rodaré un rato, y a la noche, fiestas del pueblo, última toma de contacto con el pueblo antes de irme para todo el mes...
Pero ese es otro tema.
La cita era el sábado 21 de junio. Decidí ir a probarme un poco. A intentar hacer entre los 100 primeros, a hacerla a 30 de media. Pero salió un día de calor, de los que a mi me gustan. A la hora de la salida, a las 8 de la mañana, el termómetro marcaba 25º. Perfecto para 3 horas de bici. Eso me motivaba. Al poco de salir ya comenzaron los primeros repechos, y tras superar a bastantes participantes, me encontré en el pelotón de cabeza de unas 40 unidades, con un escapado por delante camino a Biescas.
Me sentía bien, y en todo momento aparecí por las primeras posiciones de este pelotón, tirando de él durante un buen rato. A la salida de Biescas, camino a Escarrilla, subíamos a un ritmo de 24-25 kms/h, perfecto. Al ir a cazar al escapado empezaron los ataques por parte de los más fuertes. Yo no seguía a los ataques, pero seguía con un ritmo que me acercaba a la cabeza. Poco a poco el pelotón iba perdiendo unidades.
Tras varios intentos de fuga por fin se produjo la escapada definitiva antes de llegar a la presa de Bubal, compuesta por unos 4-5 ciclistas. Por detrás se estaba formando un grupo perseguidor de unos 8 tipos. Ahí estaba yo. Durante la presa de Bubal y el paso por el embalse de Lanuza fuimos relevando bien, y aunque no dimos caza a los primeros, conseguimos alejar definitivamente al resto, por lo que ya estaba entre los 15 mejores de la Treparriscos.
Los últimos 4 kms de subida hasta Formigal, una serie de herraduras desde Sallent de Gállego, los subió cada uno como pudo. Ya no veíamos a los primeros, pero por detrás tampoco venía nadie. Tras coronar Formigal nos reunimos los 7-8 que veníamos desde antes para bajar mejor hasta Escarrilla. Allí esperaba el último repecho. Unos 400 mts al 12-13 %, que tras superarlos, sólo nos esperaba relevarnos bien para llegar cuanto antes a la meta, 30 kms más adelante.Esos relevos se dieron más o menos bien, aunque también es cierto que hacia la parte final algunas personas pasaban menos, guardando fuerzas para el sprint o diciendo que no podían más. Por lo menos logramos que nadie se acercara por detrás, por lo que los 7-8 que hicimos toda la bajada y la parte final de la subida llegamos juntos. Al final hubo sprint, y acabé 4º o 5º del grupo. Por eso en la general acabé 10º. Mítico.
Es cierto que si hubiera ganado ese sprint hubiera quedado 5º en la general más o menos, pero acabé satisfecho. Había hecho la Treparriscos en 2 horas y 26 minutos. Yo venía con intención de hacerla en 3 horas. Mi velocidad media fue de 36,8 kms/h, y quería hacerla a 30 de media. Iba a hacer el 100 y acabé el 10º. Como para no estar contento. Al final apretón de manos entre los 8 del pelotón y a darnos la enhorabuena por el buen trabajo realizado.
Llegamos tan pronto a meta que tuvimos que esperar un rato para poder beber algo fresco. Eran las 10 y media de la mañana. Muy temprano aún, jeje. Al final fuimos todos a tomar un Powerade a la sombra, que ya habíamos tomado mucho el sol esa mañana.
Este ha sido el último gran test antes de irme al Mont Ventoux, primer reto del viaje, y me ha servido para conocer mi estado de forma actual. Resultado óptimo. Estoy preparado. El sábado rodaré un rato, y a la noche, fiestas del pueblo, última toma de contacto con el pueblo antes de irme para todo el mes...
Pero ese es otro tema.
